Forma, código, contexto

Desde Platón, la forma se interpretó principalmente como producto de una fuerza ideal y activa que actúa y se adentra en una sustancia material dada y pasiva. Dentro de la historia europea del pensamiento, esta tradición idealista platónica siempre chocó con una tradición materialista, al menos igual de intensiva aunque con múltiples subordinaciones, que atribuye a la propia materia un potencial para dar forma. En el material turn (cambio hacia el material) actual, el mundo en su totalidad se describe como una estructura material discursiva que genera las formas visuales de lo explicables a través de procesos de la codificación y la decodificación, recodificación y transcodificación. Al igual que el término de la forma, el código y el entorno también implican una larga historia previa (código y medio), pero en un sentido más estricto, hacen referencia a una historia mucho más reciente: la biología moderna y la semiótica por un lado, y la informática, la cibernética y las ciencias de la técnica, por el otro. Desde su transferencia de la mecánica a la biología, fechada en la segunda mitad del siglo XVIII, el término del contexto (tanto entorno como medio) juega un papel central para la correspondiente determinación históricamente contingente de las cosas vivas.

Los tres términos clave, forma, código y contexto se ubican dentro de una historia problemática crítica, se esclarece su relación entre sí y se relacionan con enfoques topológicos y teóricos de la imagen contemporáneos. En analogía al conjunto relacionado con la teoría de la imagen de figura, contorno y estructura, la idea es que el trío compuesto por forma, código y contexto forme el punto de partida para una teoría de la individuación natural y técnica y para una ontología relacional y procesal que se debe formar a partir de esta teoría. 

En un diálogo interdisciplinario entre la filosofía, la biología y la física, la matemática, la informática y la cibernética, así como la historia del arte, los medios y la técnica, se busca, por un lado, que el objeto de investigación se analice en cuanto al génesis histórico de sus elementos conceptuales, y por el otro, que se investigue en cuanto a su actualidad en los contextos de investigación presentes.